J. Camilo
Valenzuela
1.- Inicio
reconociendo en la riqueza temática que
se plantea está “Mesa de Izquierdistas y Marxistas…”, mucho de lo
que exige el rearme teórico-político de la izquierda mexicana, para remontar la
dinámica estrecha y/o pragmática que
le han impedido estar a la altura del movimiento ciudadano-popular que desde 1988 disputa
el gobierno y la nación al
bloque neoliberal.
El reto es partir de pensar en lo que se necesita y construir definiciones
para avanzar en el proceso de liberación nacional y emancipación social, en
este oscuro inicio del siglo XXI. Ello exige desechar el
pensamiento convencional dominante en
la izquierda electoral el cual gira en torno al cálculo de lo que conviene para
obtener votos y puestos, así como del que dirán los medios de comunicación
dominantes. La izquierda principalmente extra o antielectoral, que tampoco ha
estado a la altura de la insurgencia ciudadano-popular es objeto de análisis
aparte.
Desde luego que este debate para el rearme teórico-político y el
qué hacer, debe tener presente los procesos y el contexto latinoamericano
y mundial, pero asumiendo que la liberación
nacional y popular de México será creación del
movimiento
ciudadano-popular y de la izquierda de México, y que incluso, habrá aspectos y
características que aparecerán como herejías en relación con experiencias
pasadas y actuales de pueblos y países hermanos.
2. Preguntas
básicas e ineludibles por donde empezar:
A).- ¿Porqué el pueblo mexicano
no ha podido liberarse de la inhumana y depredadora dominación neoliberal; a pesar de
que fue pionero en América Latina en
conformar un movimiento Democrático-Nacional que derrotó en las urnas a los
tecnócratas en 1988?
B).- Después
de sufrir tres atracos electorales ¿Podremos alcanzar un gobierno democrático y
patriótico con las visiones-métodos de lucha e instrumentos organizativos
que han predominado estos 24 años en el movimiento ciudadano popular y la
izquierda electoral?
3. Sin
colocar en el centro del debate estas interrogantes, de nada sirve hacer
congresos administrados o crear nuevos partidos electorales, menos echar discursos motivacionales
hacia el 2018, ni hablar de precandidaturas presidenciales adelantadas, porque
allá nos esperan nuevos atracos electorales y, en el camino, nefastas
contrarreformas como la laboral, además de la continuidad de políticas que
hunden a México en la decadencia y descomposición desde 1982.
Ya no podemos seguir en el
charco de la impotente denuncia mediática o parlamentaria, ni reducidos a
la lucha burocrático-electoralista, en la que el régimen dominante permite acceder a espacios
secundarios y acotados de gobierno y legislativos, pero nunca a la conducción política del Estado mexicano, porque desde allí se
puede abrir paso al rescate de México y su reconstrucción post-neoliberal
democrática popular sustentable y soberana.
4.- El
tercer atraco electoral evidencia sin ambages, la bancarrota de
la visión y métodos de lucha de la izquierda electoral. Hasta se
puede decir que lo consintió: porque se redujo a denunciarlo antes, durante y
después de la elección, a pesar de que desde movimientos sociales y segmentos
ciudadanos, se desplegaban acciones que mostraban como había que enfrentar a
los poderes fácticos e instancias oficiales que operaban la manipulación del
proceso y su legitimación.
En la ampliación y fortalecimiento de los movimientos políticos
sociales como el Yo Soy 132 y
la Convención Contra la Imposición, estáuno de los
lineamientos a desplegar para superar la impotencia a que nos ha conducido la visión que
coloca a la ciudadanía, los movimientos y la gente en general como seguidores y votos de partidos y candidatos, y no como los
principales sujetos del cambio antineoliberal y del nuevo poder democrático y
patriótico.
5.- Además de
profundas y urgentes redefiniciones en la visión y métodos de lucha, el reto es
actualizar la propuesta programática-estratégica, partiendo de caracterizar
la situación nacional y del Estado que ha generado 30 años de imposición del
proyecto neoliberal a
la sociedad mexicana. Asumiendo que estas tres décadas han significado un
retroceso y una derrota histórica para la nación y todas las vertientes
de la izquierda.
6.- A 30 años de 1982,
en que los tecnócratas neoliberales asumieron la hegemonía del régimen priísta, México es un
país en decadencia y el Estado mexicano que
ha sido reducido al mínimo de funciones, está en descomposición.
En este período, México pasó de ser un país
dependiente y subdesarrollado
con un capitalismo de Estado, a una integración global hacia la potencia del
norte, que lo ha convertido en una semicolonia económica-financiera, político-mediática y
policiaco-militar, y como
tal, padece una explotación cada día más degradante de su clase
trabajadora, así como la depredación irracional y sin límites de sus recursos
naturales y su planta productiva, todo para agigantar el drenaje de riqueza y
de su gente hacia el norte, lo que lo desangra y debilita aceleradamente
poniendoen riesgo su viabilidad como estado-nación.
7).- El sistema político y
de gobierno imperante padece
una profunda crisis
de representatividad y credibilidad, porque
alejado de todo interés nacional y social de mexicanos, funge como
instrumento de dominación y saqueo del pueblo y del país, atropellando leyes y aniquilando vidas hasta generar
guerras, para justificar la
injerencia abierta y cotidiana de los gobernantes de Estados Unidos en los
asuntos internos de la vida nacional, con expresiones propias del protectorado que México esta
siendo. . .
Hundido en la desestructuración y descomposición social como
consecuencia de la abismal desigualdad e injusticia social; convertido en
semicolonia y en curso de devenir protectorado de la decadente y agresiva
potencia del norte; con un régimen político que se asume cínicamente
entreguista regodeándose en la corrupción y la impunidad; en este
México de hoy toda aspiración de justicia social y desarrollo sustentable, está condicionado a que revirtamos el
avanzado proceso de neocolonización y de socavamiento del carácter nacional del
estado mexicano, a través de
una lucha y un proceso de liberación nacional y de refundación de las instituciones públicas y socialesdesde la democracia y el poder popular.
8).- Esta lucha por
la liberación nacional y la refundación democrática del Estado mexicano, se libra
desde 2008 en un contexto de crisisabierta del capitalismo neoliberal que, al
profundizar problemas ya
críticos tensiona al extremo contradicciones ya tensas, pero de manera
especial, desgasta
la capacidad de las fuerzas dominantes de reproducir expectativas entre los gobernados a pesar de la
dictadura mediática, lo que tiende a ser suplido por el
reforzamiento de autoritarismo y despliegue policíaco-militar, una dictadura civil pues.
A menos de tres años de que afloró la crisis del capitalismo
neoliberal, estamos
entrando en una espiral de acontecimientos que puede desembocar en el corto plazo
en una barbarie, expresada en más pobreza y
hambre, en mas violencia
e inseguridad, así como en un
aceleramiento del proceso de desmembramiento del estado nacional, a menos que las fuerzas de
izquierda y movimiento populares y patrióticos, seamos capaces de unirnos para
convocar a la mayoría de la sociedad mexicana a dar una salida al desastre
económico-social y a la violencia en que nos hunden las camarillas gobernantes
del PAN y del PRI.
9).- Si ante nuestro ojos, y a pesar de que el desastre acumulado desde
1982 está desembocando en una barbarie, las fuerzas panistas y priistas continúan liquidando los
pocos límites que quedan a la explotación del trabajo y al sometimiento y
saqueo de la nación, así como
desplegando la dominación policíaco-militar y la violencia, sin importarles
que los asesinatos de compatriotas y migrantes tiendan a sumar decenas de miles
y las fosas con cadáveres llenen el país; si en el inicio de la segunda
década del oscuro siglo XXI, las fuerzas dominantes no escuchan clamores ni
reclamos reafirmando que seguirán con el rumbo imperante y el autoritarismo, no hay lugar
para eludir el reto: una salida D-N que nos libera de la espiral de violencia y
del doloroso drama social, y ecológico-ambiental sólo será posible si se les
desplaza de la conducción política del Estado mexicano y se instaura un
gobierno patriótico y democrático, que
convoque a un congreso constituyente donde se discutan y aprueben las bases
legales y los lineamientos para la reconstrucción post-neoliberal de un México
justo y digno, sustentable y soberano, que retome su confluencia e integración
con la América Latina y el Caribe que avanzan en su liberación y desarrollo
autónomo frente a Estados Unidos; que retome también, un papel activo en la
lucha por la paz en el mundo, por la autodeterminación de los pueblos,
contra las guerras de neocolonización; que las potencias imperialistas
multiplican como salida a la crisis bancarrota del capitalismo neoliberal.
10).- A
5 meses de las elecciones de julio del 2012, sin dejar de valorar el 20 porciento del padrón electoral que representan los votos
reconocidos a AMLO, es
necesario subrayar
la necesidad de tender hacia una mayoría antineoliberal para sustentar el rescate y
reconstrucción de México en función de los intereses nacionales y sociales de
mexicanos:
Con este reto en perspectiva, urge colocar en primer plano
iniciativas para conformar un Frente Patriótico por un
desarrollo sustentable, con paz-justicia social y democracia desde el pueblo,
en torno a cuya promoción en todas las ciudades y comunidades del país, se
vayan articulando fuerzas-liderazgo-personalidades dispuestas a dar una salida
democrático-nacional al desastre y descomposición que agobia a la sociedad
mexicana.
Como primer paso para convocar a construir este Frente Patriótico,
que viabilice la conformación de esa nueva mayoría por el rescate de México,
pudiéramos iniciar por una Junta Patriótica de lideres y personalidades con reconocimiento
ético-político, para dar paso a la construcción de una red de instancias
similares en entidades-municipios. . . por sobre partidos, religiones o
cualquier otra preferencia,asumiendo en serio el hecho
de que “la patria está en peligro”
11).- ¿Cómo puede la
izquierda electoral hacer una contribución para jalonar el impulso hacia ese
Frente Patriótico?
Si la izquierda electoral pensara en lo que se necesita, en lugar
de procesos de construcción de nuevos partidos electorales o pacto con las fuerzas
dominantes que no cambian el rumbo privatizador-concentrador de la riqueza, la
izquierda debiera superar su dispersión en varias franquicias electorales
construyendo un partido frente electoral de izquierda con un solo registro
convocando y organizando una amplia y participativa discusión en asambleas por
comunidad-ciudad-municipio que se conviertan en espacios permanentes y
obligatorias para los miembros de todas las fuerzas que los conformen; espacio
de base donde se discuta y de donde se despliegue el qué hacer ante tareas
nacionales, locales y del ámbito inmediato.
“Democracia ya, patria
para todas y todos”
México, D. F., diciembre 6 de 2012