La utopía pedagógica, la autotransformación del hombre en homo erectus.
Así vemos que en una sociedad organizada, la autoridad del hombre sobre el hombre se encuentra en relación inversamente proporcional al desarrollo intelectual al que ha llegado dicha sociedad, y que la vigencia de esa autoridad puede ser calculada basándose en la voluntad más o menos general de un gobierno verdadero, es decir, de un gobierno que se rija por la ciencia. Y de la misma manera en que el derecho de la fuerza y el derecho del engaño retroceden ante la determinación cada vez más firme de la justicia y se doblegan ante la legalidad, el gobierno de la voluntad cederá ante el de la razón y terminará por desaparecer ante el socialismo científico. La propiedad y la realeza están siendo demolidas desde el comienzo del mundo; y así como el hombre busca la justicia en la igualdad, la sociedad busca el orden en la anarquía.
Pierre Joseph Proudhon
Por: Miguel Angel Elorza Morales (Por error, en la versión impresa no se dio el crédito debido al autor de estas líneas. Una disculpa a nuestro amigo y tocayo, así como a nuestros lectores)
Una parte importante de los sistemas y escuelas doctrinarias predominantes descansan o en un principio establecido a priori -metafísica-, al que sujetan todas las deducciones y con el que pretenden construir un discurso científico, otra parte no menos significativa se deriva de la experiencia a posteriori –positivismo propiamente dicho-, un principio general con el que se construye la armazón sistemática de determinadas doctrinas y a cuyo ritmo se sujeta la investigación, dando de bruces en el dogmatismo. En los dos casos se pone diques a la dirección del pensamiento, encarrilándolo hacia fines predeterminados en el supuesto de que estos fines contienen necesariamente la verdad que se busca. La propia ciencia cuando no haya explicación a los fenómenos o se muestra fácil a las generalizaciones por el procedimiento arbitrario de las analogías, ensaya a priori teorías que se truecan prontamente en dogma y el dogma en error que obra en el tiempo como elemento negativo de acción y paraliza o dificulta la explicación racional del mundo.
Y ha sido y es tan fuerte la educación filosófico-dogmática de los hombres, que estos propenden siempre a la unificación caprichosa del mundo material y de las ideas; y así no hay rama de los humanos conocimientos que no contenga multitud de divisiones, de sistemas, de escuelas y de doctrinas contradictorias. Las ciencias naturales no se han purgado todavía de esta tendencia, totalmente, pues que explican muchos fenómenos de muy distinto modo, no ya en épocas diferentes, sino en un mismo tiempo. No es necesario citar autores y teorías. Una mediana cultura da pleno conocimiento de las divisiones doctrinales, filosóficas.
El pensamiento anarquista, se opone a todo dogmatismo, y no establece a priori principio alguno; no generaliza los comprobados a posteriori, por ser un pensamiento dialéctico, trata de aprehender el devenir en su totalidad epistémica. Por lo tanto, no se presta a la sistematización cerrada de los conocimientos, considera a la teoría como un cuerpo de conocimientos en continua formación cuyo ciclo no se cerrará jamás.
El anarquismo no se suma a ninguna escuela ni deja que se le encasille en el sensualismo, en el positivismo, en el idealismo, etcétera, en cuantos significan doctrina cerrada, método de exclusión. No desconoce el importante papel que en la vida representan los sentidos ni olvida que la idea, a su vez, es esencial al desenvolvimiento del individuo y de la humanidad; reconoce que todos los fenómenos se verifican siguiendo direcciones precisas y en condiciones determinadas; que la naturaleza no pertenece al capricho ni a lo arbitrario; afirma como objeto de la vida el placer y la comodidad para el cuerpo, para la sensibilidad y para la inteligencia.
En su devenir el ente va aprehendiendo el mundo, pero este conocimiento es dinámico y las viejas ideas se confrontan con las nuevas. Sin embargo, vivimos en una sociedad organizada en la autoridad del hombre sobre el hombre. Como insiste Proudhon, la autoridad limita el desarrollo intelectual.[1]
Cada individuo nace con determinadas condiciones de desarrollo. Por el hecho de nacer, y de nacer con aquellas condiciones, tiene necesidad, o en términos políticos, tiene el derecho de desenvolverse libremente. Cualesquiera que sean las condiciones en que se coloque, su organismo entero propenderá a expansionarse en todas direcciones. Querrá conocer, saber, ejercitarse, gozar; querrá sentir, pensar y obrar en entera libertad. La necesidad de todas estas cosas es su propio ser. Si se limitara su crecimiento físico por medios cualesquiera, todo el mundo calificaría este hecho de verdadera monstruosidad. Si se limita su desenvolvimiento sensitivo, intelectual o moral, deberá en buena lógica decirse otro tanto. No ocurre así en nuestros días. Mas, no obstante, el principio es evidente, pues de cualquier manera que se constriña la expansividad del organismo humano, monstruosidad se comete. El hombre, todos los hombres tienen necesidad, por naturaleza, de desarrollo físico y mental; tienen socialmente derecho a este desarrollo.
Para el desenvolvimiento de nuestras facultades, especialmente las intelectuales, se requiere estudio serio y continuo de la naturaleza, análisis minucioso del desarrollo humano. Con esta intención la pedagogía anarquista reivindica la necesidad de que todos los hombres puedan desarrollarse integralmente, considerando como la necesidad de construir nuevos formas de convivencia social, alejadas del autoritarismo.
· Los seres humanos tienen necesidad de desarrollo físico y mental en grado y forma indeterminada;
· tienen el derecho de satisfacer libremente esta necesidad de desarrollo;
· pueden satisfacerla por medio de la cooperación o comunidad voluntaria.
Pedagogía libertaria.
El pueblo necesita educación, pero distinta la educación oficial, cuyos programas han sido sugeridos o dictados por los interesados en perpetuar la esclavitud de los pobres en beneficio de los audaces y de los malvados. La educación de las masas, para que sea verdaderamente provechosa y vaya de acuerdo con la conquista que ha logrado hacer el pensamiento humano, es preciso que esté a cargo de los trabajadores, esto es, que ellos sugieran los programas educacionales. De este modo se conseguirá que la juventud proletaria entre de lleno a la vida, bien armados de las ideas modernas, que darán a la humanidad el suspirado bien de la justicia social.
Una educación distinta a las necesidades e ideas del pueblo solo sirve para formar esclavos, pero no hombres libres.
Ricardo Flores Magón.
La pedagogía libertaria es un modo diferente al que ha sido concebida mayoritariamente la educación[2]. Por educación se ha entendido la asimilación por parte de las personas de una sociedad, de los valores y comportamientos que rigen su funcionamiento. Por tanto las sociedades y sus modelos de funcionamiento dependen de la educación para perpetuarse en el tiempo. Educar, sin embargo, consiste en un conjunto de acciones orientadas a potenciar al máximo el desarrollo de las capacidades.
Como ya se ha mencionado, la sociedad predominante pretende mantener ciertas estructuras y formas de poder que nosotros creemos injustas ya que no permiten el desarrollo igualitario de las personas, creando clases dominantes tanto política como económicamente[3]. Este autoritarismo lo manifiesta la sociedad desde la educación para crear personas dependientes, autoritarias y competitivas que asumen las injusticias del sistema como algo natural a la humanidad, integrándonos en un sistema insolidario y que mantiene desigualdades, violencia, enfrentamientos y explotación[4]. Buscamos una transformación global de la sociedad. Para ello debemos cambiar muchos de las prácticas de la sociedad actual, a través de la educación buscando el apoyo mutuo, solidaridad, libertad, igualdad ético colectiva, dignidad y responsabilidad, es decir la dicha y el bienestar del ser humano.
Toda la sociedad influye en la educación por ello no debemos quedarnos solo en la transformación de la escuela, ya que la vida es la principal escuela. No tenemos que centrarnos solo una determinada edad la infantil, aunque es la edad más importante para el desarrollo, cuando todavía la sociedad, la familia, el poder, y los medios de comunicación no han influido negativamente en nosotros. Sino que esta educación debe ser una forma de funcionamiento continua en nuestras vidas.
El anarquismo pretende crear una sociedad justa, solidaria y participativa y es por ello que sus ideas pedagógicas intentan ser acordes con estas máximas. La pedagogía libertaria hay que entenderla unida a todo un movimiento social. La educación está para reproducir las relaciones sociales y culturales generadas por el sistema capitalista. Basándose en los principios de disciplina y autoridad, haciendo que las personas desde pequeñas se habitúen a pensar y actuar como le conviene al sistema establecido. Los principios, que en mayor o menor medida, se sostiene la educación libertaria son:
· Libertad del individuo. Libertad del individuo pero colectiva es decir teniendo en cuenta a los demás y desde la responsabilidad a vivir en grupo.
· En contra de la autoridad. Nadie manda a nadie todo se hace por compromisos asumidos y desde la decisión colectiva, abierta y sincera.
· Autonomía del individuo, en contra de las dependencias jerarquizadas y asumidas, cada individuo tiene derechos y obligaciones asumidas voluntariamente, responsabilidad colectiva y respeto. Las personas afrontan sus propios problemas, crean sus propias convicciones y razonamientos.
· El juego como acceso al saber. Desde el juego es más fácil desarrollar la solidaridad y el trabajo colectivo, la socialización y el ambiente positivo, alegre y sincero.
· Coeducación de sexos y social. La educación es igual y conjunta, sin discriminación de ningún tipo por razones de género o económico sociales. Pero concretando aún más explicaremos algunas de las formas de funcionamiento concreto para lograr que estas ideas se vayan desarrollando día a día en algo estable y asumido por todas las personas.
· Convivencia amable con la naturaleza para preservación del medio ambiente como el espacio de vida y felicidad y no su destrucción para enriquecimiento vil.
· La educación debe estar orientada producción de ideas y bienes materiales de tal manera que se formen sujetos útiles así mismos a colectividad.
Para crear personas libres y autogestionarias es preciso que cada individuo decida, escoja y trate de aquello que le interesa sin necesidad de las órdenes de nadie, siendo consciente de sus propias limitaciones, que la persona elija qué, cómo, cuándo y dónde quiere trabajar los conceptos, actividades y actitudes necesarios para su educación.
La investigación individual y colectiva es importante en este punto, permitiendo el acceso a la información que permita aprender por uno mismo aquello que se quiere aprender, fomentando además la cooperación didáctica pidiendo ayuda a otras personas.
Creando dinámicas de trabajo colectivo e igualitario, permitiendo el acceso a cuadernos de trabajo, libros, y otros materiales impresos o audiovisuales, que son elegidos por cada uno Además se cuenta con el apoyo de otros compañeros/as o de los educadores que son uno más solo que con más conocimientos y experiencias educativas, pero actuando como meros informadores y consejeros sin ningún poder sobre nadie. Cada persona decide cuáles son sus compromisos didácticos personales y de grupo que intentará cumplir. Estos compromisos incluyen no solo elementos intelectuales sino también afectivos y de relación con los demás.
La autoregulación con registros de observación orientados a identificar las actitudes internas y con el grupo, además de intereses, necesidades y relaciones tanto intelectuales como afectivas y sociales. Rompiendo con los exámenes como formas represivas y competitivas de saber cómo está siendo el proceso educativo. Además se reparten entre todas las personas las tareas cotidianas como limpiar, recoger, o administrar materiales y recursos del colectivo, manteniendo responsabilidades acordes con su capacidad y posibilidades de edad.
La Asamblea se convierte en el marco para tomar las decisiones de grupo sin autoritarismo buscando la mejor solución para los problemas, y donde se asumen compromisos y se auto-comprueba su cumplimiento, donde nos comunicamos sinceramente con las demás personas del colectivo y donde generamos muestra participación, nuestra relación con el resto, nuestra crítica, nuestra auto evaluación.
Hablando con libertad de nuestras dudas, sentimientos y propuestas. La asamblea se convierte pues en el referente de toma de decisiones por lo que necesita un registro escrito de pareceres y decisiones, además de un sistema claro de toma de decisiones colectivas, por consenso si puede ser y si no por votación.
Las asambleas pueden ser de grupos más pequeños para temas puntuales que afecten a un número menor de personas o generales en las que participa todo la colectividad.
La asamblea es la piedra angular de la educación libertaria ya que en ella surge la espontaneidad, la libertad y la comunicación libre entre las personas.
Si bien estas son algunas Ideas para poner en práctica formas libertarias en la educación, el camino es largo y continuo, siendo muchos los problemas a los que tendremos que enfrentarnos si queremos crear prácticas pedagógicas libertarias. Cada asamblea, cada decisión, cada discusión, y cada intento son un paso más a valorar positivamente. Si no lo intentamos no lo conseguiremos.
Fuentes de la pedagogía libertaria.
[1] Mientras forme un dominio separado, representado especialmente por una corporación de sabios, este mundo ideal amenaza apoderarse del lugar de la Eucaristía en relación con el mundo real, reservando a sus representantes titulados los deberes y funciones de los sacerdotes. Este es el motivo de que sea necesario disolver la organización social segrega da de la ciencia mediante una educación general, disponible por igual para todos, a fin de que las masas, tras dejar, de ser un simple rebaño conducido y guiado por pastores privilegiados, puedan tomar en sus propias manos sus destinos históricos. Vid. Bakunin Mijail Escritos de filosofía política I
[2] Y si a los efectos naturales de la costumbre se agrega la educación recibida del mismo patrón, del sacerdote, del maestro, etc... –interesados todos en predicar que el gobierno y los amos son necesarios, y hasta indispensables; si se añaden el juez y el agente de policía, esforzándose en reducir al silencio a todo aquél que de otro modo discurra y trate de difundir y propagar su pensamiento, se comprenderá cómo el cerebro poco cultivado de la masa ha logrado arraigar el prejuicio de la utilidad y de la necesidad del amo y del gobierno. Vid. Anarquia. Errico Malatesta.
[3] Pero el instinto no es suficiente como arma para salvaguardar al proletariado de las maquinaciones reaccionarias de la clase privilegiada. Librado a sí mismo, y no transformado en un pensamiento conscientemente reflexivo y claramente determinado, se deja llevar fácilmente por la falsificación, la distorsión y el engaño. Pero es imposible que se eleve a este estado de auto-conciencia sin ayuda de la educación, de la ciencia; y ciencia, conocimiento de los asuntos y las personas, y experiencia política, son cosas de las que carece completamente el proletariado. La consecuencia puede preverse fácilmente: el proletariado quiere una cosa, pero aprovechándose de su ignorancia los astutos le hacen realizar otra bien distinta, sin que sospeche siquiera que está realizando lo contrario de su deseo y cuando al fin se da cuenta, suele ser por lo general demasiado tarde para poner coto a ese error, del cual se convierte de forma natural, necesaria e invariable en la primera y principal víctima. Vid. Bakunin Mijail Escritos de filosofía política II.
[4] Mas si, por consecuencia de la educación heredada de la sociedad actual, de malestar físico o de cualquiera otra causa, alguien quisiera algo perjudicial a nosotros o a cualquiera, emplearíamos -estese cierto de ello- todos los medios disponibles para impedirlo. En efecto, desde el instante en que sabemos que el hombre es la consecuencia de su propio organismo y del ambiente cósmico y social en que vive; desde que distinguimos perfectamente el derecho inviolable de la defensa del pretendido y absurdo derecho de castigar; desde que en el delincuente, es decir, en el que comete actos antisociales, no vemos al esclavo rebelde, como ven los jueces de nuestros días, sino a un hermano enfermo necesitado de cuidados, no hemos de ensañarnos en la represión, sino que habremos de esforzarnos en no extremar la necesidad de la defensa, dejando de pensar en vengarnos, para ocuparnos en cuidad, atender y regenerar al desgraciado con todos los recursos que la ciencia ponga a nuestra disposición. Vid. Anarquía. Errico Malatesta.
1 comentario:
muchas felicidades al brillante doc. miguel angel ojala que siempre le vaya bien en donde quiera que este si pudiera mandarme algosobre las competencias que se estan manejando en educacion basica ya que no estoy muy de acuerdo con esta modalidad adjunto mi correo ggjuarez_1963@hotmail.com
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