Miguel Ángel Elorza Morales
Uno de los lugares más comunes es escuchar feliz 2010, aun cuando sabemos que el futuro cercano no resplandece por su felicidad, todo lo contrario, iniciamos el año con aumentos en la gasolina, el gas, la luz, las tortillas, aumentos en los impuestos, es decir aumentos en todo. Para los habitantes del D. F., ha aumentado el precio del pasaje en el Metro. Por otro lado, la guerra contra el narcotráfico ha aumentado la inseguridad, entre el 31 de diciembre y el primer día del año la prensa reportó 55 asesinatos y el segundo día18 muertos por violencia, entre de ellos un policía. Aumentos e inseguridad son las primicias del 2010.
Este 2010, año del centenario y del bicentenario, se presenta como uno de los más brutales de la historia que venimos construyendo. Los salarios han caído significativamente mientras que la inflación sigue a la alza, con el pretexto de la guerra a la delincuencia continua la militarización del país, la criminalización de la protesta se hace presente también el primer día del año, siete trabajadores del SME fueron detenidos, por parte de elementos de Seguridad Pública municipal de Tlaxcoapan, Hidalgo, mientras repartían volantes.
La justicia está como siempre de lado de los ricos: ecologistas y defensores de los derechos humanos son incriminados por sus ideas y sus protestas, el periodismo y la libertad de expresión son amenazados por el autoritarismo gubernamental. Los sindicatos que aún subsisten se ven amedrentados para defender los derechos de los trabajadores. La democracia y justicia social se diluyen como la tinta en el agua. Para el presupuesto del 2010, salud, educación, ciencia y cultura no son prioridad.
Y por si esto fuera poco en la entidad oaxaqueña durante el 2010, tendremos que “elegir” gobernador, 42 diputados estatales, 152 presidentes municipales por el régimen de partidos políticos y 418 por Usos y Costumbre, por lo que nos espera una embestida propagandística en la que la TV y la radio y la prensa contaminaran nuestros espacios más íntimos en la intención de orientar el voto hacia los candidatos, y partidos que no son más que inmundicia política. Además de que esta publicidad nos cuesta a todos, aun cuando muchos estudiantes no tengan dinero para el camión a amas de casa para las tortillas, podrán ver desperdiciados los recursos en anuncios espectaculares y empalagosos promocionales de apoyo a quienes más recursos destinen a limpiar y promover su imagen.
Mientras todo eso sucede en las alturas de la política, los ciudadanos comunes sufriremos las miserias que nos dejan la incapacidad y rapacidad de los gobernantes para hacer política. Esto es pobreza, desempleo, inseguridad, injusticia, marginalidad, ausencia de servicios, etc.
Empezamos el año con una crisis que no apunta recuperación a pesar de las versiones oficiosas dicen lo contrario, ahora con Agustín Carstens en el Banco de México, el ex Secretario de Hacienda dirá que la inflación es solo un pequeño globo que no rebasa el tamaño de su cinturón. Mientras el dólar sigue subiendo. Desventurado 2010.
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