Ya nos robaron la tierra,
ahora vienen por el agua
Tenemos más avances tecnológicos pero nuestro pueblo quedó como un pueblo fantasma a raíz de la hechura de la presa Miguel de la Madrid o mejor conocida como (Cerro de Oro).
Paso Canoa quedó legalmente constituido como ejido el 7 de julio de 1932.
Antes de esa fecha estos terrenos eran propiedad de una compañía llamada Exportadora Tropical S.A. y era representada por un general de apellido Almazán. Estas tierras eran parte de una finca platanera en la cual se empleaban varias personas que vivían dentro de las inmediaciones de la finca.
Sin embargo, a raíz de la revolución y los movimientos agraristas estas personas empezaron hacer reuniones para solicitar al gobierno federal unos terrenos a donde ellos pudieran trabajar lo suyo, estas personas se llamaron: Sr. Leonardo Caropreso Castillo, Jesús Navarro, José María López y Miguel Ortiz, entre otros. Siendo en total 37 jefes de familia y 54 individuos con derecho a dotación en total; el censo de población se componía de 192 habitantes, y la superficie solicitada era de 520 hectáreas, que son las que posee el ejido a la fecha. Fueron 500 hectáreas para cultivos y pastoreo y las 20 restantes fueron de asentamiento humano.
A esta comunidad se le llamó Paso Canoa, por que en esos tiempos todos los productos se transportaban por medio fluvial o sea en chalanes. El rio era la vía de comunicación más rápida, por lo que canoas y chalanes transportaban toda la producción de plátano que era lo que se cultivaba en esta zona. El comercio se daba cada 8 días, en ese lapso venían los chalanes repletos de diferentes productos comestibles a abastecer a los pueblos rivereños; para avisar a las personas que ya venía el mercado flotante, cuentan las abuelas que sonaban un caracol para que así bajaran a la orilla del rio a hacer sus compras. El embarcadero o muelle era enfrente de la casa del Sr. Nicasio García.
Al respecto dice la tía Chepita:
“Hay Paso Canoa de mis amores, cómo añoro esos tiempos cuando de niña jugaba en esas playas tan bonitas y me bañaba en tu rio de aguas tan cristalinas… tiempos, tiempos que no volverán pero que llevo grabados en mi memoria para atesorarlos”.
Paso Canoa ha ido creciendo tanto urbanamente como en servicios. Actualmente contamos con: Drenaje, luz eléctrica, agua potable, teléfono e internet.
Tenemos más avances tecnológicos pero nuestro pueblo quedó como un pueblo fantasma a raíz de la hechura de la presa Miguel de la Madrid o mejor conocida como (Cerro de Oro).
En los años 60 y 70el gobierno federal implementó el proyecto de dicha obra, y como es bien sabido nos recetó la letanía de siempre: llegaron a la región enviados del gobierno diciendo que esta obra iba ser un beneficio para todos. No lo niego, en su momento con la construcción de la presa sí hubo trabajo para muchas personas, pero eran empleos temporales. ¿Qué pasó después? Que Paso Canoa quedó como un pueblo estancado por que nos cortaron la vía de comunicación que había hacia San Lucas Ojitlán, Jalapa de Díaz, San Pedro Ixcatlán y Huautla de Jiménez. De tal manera que a partir de la construcción de la Presa Cerro de Oro el comercio en la comunidad ya no es el mismo, incluso hubo personas que cerraron sus negocios porque ya no les eran rentables, la gente emigró buscando trabajo porque aquí no hay fuentes de empleo.
La segunda lucha por la tierra
Pero no es todo, a consecuencias de la hechura de la presa Cerro de Oro Paso Canoa tuvo un conflicto agrario. Cuando vino Comisión del Papaloapan a solicitar los terrenos colindantes donde se iba a construir la cortina hubo convenios en el ejido para reponer esos terrenos que eran 147 hectáreas. Estas fueron repuestas con la compra de la finca La Escondida, propiedad de la familia Bravo. En los terrenos expropiados se construyeron oficinas, comedores, colectivos y de mas habitaciones para uso de las diferentes empresas que vinieron a construir dicha obra. Cuando todo terminó y la presa quedó funcionando esas instalaciones quedaron al abandono por que el ejido no sabía que esos terrenos seguían perteneciendo al mismo, pues Comisión del Papaloapan nunca expropió o sea no hizo la documentación pertinente para el cambio de propiedad. La investigación y la certeza de que las tierras seguían siendo del ejido se tuvo cuando era comisariado el Sr. Othon Duarte.
Tiempo después un grupo de personas quisieron posesionarse de esos terrenos pero no lo lograron, eso fue en abril de 1994. Eso fue una vivencia muy triste y amarga que vivió el pueblo, por que estuvimos unidos hasta que el conflicto se solucionó.
En Paso Canoa todavía el gobierno nos sigue perjudicando con la hechura de otra obra la Hidroeléctrica de Cerro de Oro. Otra vez vienen con la letanía de beneficio ¿para quienes? Para unos cuantos, si de por sí con la hechura de la presa nos medio mataron el rio, ahora si se va a morir.
Con la hechura de la presa se llevaron la tierra, ahora con la hechura de la hidroeléctrica qué ¿vienen por el agua?.
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