Rubén Mújica Vélez
Creo que usted estaba en la “depre”. En el abismo que requiere los servicios de un profesional. Suscribir lo que afirma el señor Carlos E Díaz, no se entiende en un funcionario que al participar en un gobierno, en el nivel que sea, pugna por mejorar el ambiente social. A menos que sea un cínico. Me sorprendió la catarata de adjetivos ofensivos sobre el mexicano y, obvio, el oaxaqueño. Los repudio de pe a pa. Por eso evoco a los jóvenes, esos que a pesar de todo, a este viejo setentón le inspiran la mayor esperanza para sacar adelante a México y de paso, a Oaxaca.
Don Mario. Generalizar que TODOS SOMOS CULPABLES de la crisis actual y especialmente de la “guerra contra el narco”, es concluir que nadie lo es. Dice usted, en palabras del que suscribe, que “tal vez Calderón tiene responsabilidad de todo esto”. ¿Lo duda? ¿Acaso fuimos los mexicanos y los oaxaqueños consultados para desatar esta guerra que todo mundo califica de estúpida? ¡Ah!, pero usted afirma que tenemos 200 años de ser como somos. ¿Acaso antes fuimos agredidos como ahora al grado de “estar hasta la madre”, en grito generalizado? No, Don Mario. Nunca México se vio incurso en una guerra que ni pidió ni aprobó. En la que la enorme mayoría NO somos responsables. Ignoro si usted es copartícipe de esa aberrante, enloquecida decisión.
Lleva usted su generalización hasta igualar
Dice usted que Calderón no podía quedarse con los brazos cruzados frente al narco. Pero ¿acaso el mismo Calderón no reconoció que le dio un palo a un avispero letal sin saber que resultados tendría? Es pues responsabilidad de TODOS los mexicanos esa decisión aberrante? Obviamente NO
Afirma que los mexicanos “hemos hecho de los ilícitos la manera de vivir; sobornarnos, robarnos, hasta el grado de dejar enormes bolsa de basura en la calle”. Hay grados de ilicitud. A menos que usted se disponga a fusilar a un vecino oaxaqueño por ser fodongo. Dice que “destruímos la belleza, escupimos a quien demuestra educación y promovemos niños léperos” Reitero: muchos no lo hacemos; nos somos trogloditas. Suscribe una frase de antología: “Es más sencillo ser imbécil que ser recto” ¿Tiene algo que ver uno con otro? No se contraponen. Conozco más de un imbécil sencillo, pero ladrón. “Hemos cavado nuestra propia tumba” ¡Ay diosito, ora sí nos llamó A TODOS, necrófilos!
Pero además “somos dañinos, corrosivos, atacamos con insultos, estupideces, violentos por naturaleza, imbéciles sin buena voluntad”. Don Mario, hay quienes hasta con buena voluntad son tarugos-! ¿Más “mezcla maistro”? Su florilegio de calificativos supera a los integrantes de
Concluye usted con un parangón que me escuece y me hace pensar que, tal vez, en su derrotero político, no hubo brújula ideológica. Afirma que:
“Calderón no es diferente de AMLO- ¡Gracias a San Cuilmas!... Peña Nieto- ¡lo dudo!... y Ebrard-“te pareces tanto a mí”-. Remata con una afirmación: “quien prometa el país de las maravillas es ciego y falso. Se abusa del maniqueísmo de Presidente legítimo y espurio “
¡Uufff! Fue difícil reseñar su vertedero adjetival. No don Mario. Existimos muchos mexicanos que ratificamos el carácter espurio de Calderón. Repudiamos la porquería en que afirma usted todos “disfrutamos vivir”. Por eso queremos cambiar las cosas. Luchar contra los intereses creados, empezando por los intereses de los plutócratas de este país y del extranjero que se han adueñado de las riquezas nacionales. ¿Sabe usted que las minas oaxaqueñas están en manos de canadienses? A la par nos urge librar al país y Oaxaca de politiquillos de cuarta con aires de estadistas. Saqueadores que presumen de honestos.
Nos proponemos con un gobierno federal democrático promover el empleo entre jóvenes para acabar con su insultante calificativo de “ninis”, alejarlos de las actividades antisociales, abatir la emigración-la pérdida de los mejores mexicanos en pleno vigor físico- rescatar las riquezas nacionales, en fin hacer un México con futuro, con esperanzas. ¿Utopía? Sí, pero no cinismo.
Creo estará usted de acuerdo conmigo. Entiendo que en ocasiones la “depre” lacera a los que deben ser fuertes y que por eso asumieron responsabilidades políticas, es decir sociales, pero Don Mario, su mensaje es la peor de las visiones de un México sombrío. De sanguinarios, ladrones y léperos. Ese México que usted convalida al aceptar el artículo de su amigo Díaz, no es el nuestro. Espero que enderece la visión que tiene del país y de Oaxaca.
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