Valle Nacional, bailables, disputas y otras ocurrencias para la Guelaguetza

Jerónimo Patraca

La falta de identidad de esta población, ha llevado a inventar bailables, tomando datos del pasado que no tienen que ver con la realidad de este municipio, donde la mayoría de los habitantes son indígenas chinantecos.

En el periodo municipal del tristemente célebre Marcelo Santos Meneses, surgió la oportunidad de elevar a la máxima fiesta de los oaxaqueños un baile representativo de esta región e instruyó a su director de cultura Gildardo Pérez Esteban, para que inventara un baile al cual le pusieron como nombre “Fiesta Tabacalera” con música del tío de Marcelo Santos, Efraín Delfín Pérez, “Mi Valle Nacional”, baile donde participaría la hija del presidente municipal Marcela Santos Sarmiento y algunas hijas de los empleados del propio ayuntamiento.

Por lo que el comité de autenticidad llegó en ese entonces a Valle Nacional, por primera ocasión a observar el famoso baile fiesta tabacalera y lo desechó, luego de negociaciones políticas de Marcelo Santos y de su esposa, el baile fue incluido en el elenco de los bailes de La Guelaguetza, pero este no causó ninguna expectación. Valle Nacional participó por dos años durante el periodo presidencial de Marcelo Santos, logrando que la hija de la ex pareja presidencial participara en esta fiesta.

Con la llegada del nuevo gobierno, vino el cambio de director de cultura y entra Silverio Gutiérrez Nolasco, quien ha sido director de cultura durante varios periodos presidenciales, desde el de Ismael Manuel Antonio, hasta la actualidad y no había logrado incluir un baile en el elenco de la Guelaguetza y esta vez sería su sueño realidad al incluir un baile que tampoco tiene que ver con la identidad de este lugar.

Fandango Cuenqueño es otro invento donde se pretende meter a Valle Nacional en la cultura de los sotaventinos, mujeres con huipil y hombres de manta tocando jaranas y bailando sones llaneros, y aprovechado el puesto de director de cultura Silverio Gutiérrez, pretende echar abajo el baile “Fiesta Tabacalera” que logró impulsar su ex alumno Gildardo Pérez Esteban, con el apoyo de la ex pareja presidencial.

Por lo que la lucha se desató y la pareja formada por Marcelo Santos y María de Gracia Sarmiento Montalvo, no permite que el baile donde actúa su hija quede fuera de la Guelaguetza, por lo que valiéndose de las amistades y con el apoyo de la diputada local Delfina Prieto, pretenden echar abajo el “Fandango Cuenqueño” aunque con ello Valle Nacional, quede fuera de los festejos de la Guelaguetza nomas por puros capricho.

Pero ni “Fiestas Tabacaleras”, ni “Fandango Cuenqueño” representa la identidad del pueblo de Valle Nacional, porque esta zona es habitada por indígenas chinantecos, que no tienen que ver nada con los jarochos, pero tampoco en tiempo de esclavitud los pizcadores de tabaco tenían oportunidad de bailar, porque en medio de la esclavitud no podía haber fiestas, además de que los pizcadores de tabaco no usaban ropa blanca ni las mujeres con el huipil de gala podían estar en la pizca del tabaco como se simula en el baile denominado “Fiesta Tabacalera”. Además, el tabaco no se cosecha en canastos como los que portan estos “impostores culturales”.

Por lo que a falta de identidad se pretende montar cualquier cosa dependiendo el gobierno en turno, lo importante es participar en la fiesta que ha devenido en culto y ofrenda al gobernante en turno. Las raíces culturales vienen sobrando en un pueblo que desconoce su pasado.

Y para salir del paso el presidente municipal Ciro Alejandro Vinas da una solución salomónica y decide que no vaya nadie ala Guelaguetza. Esto quizá porque ignora lo que Valle Nacional puede ofrecer como tributo o muestra en la cada vez menos auténtica y sí más mercantilizada “máxima fiesta de los oaxaqueños”.