Por: Antulio Rangel Moreno
Cuando uno escucha a los familiares de las víctimas directas de esta guerra contra el crimen organizado, lo que se percibe es el dolor, la desesperación, la angustia, la rabia de aquellos que sin deberla, la están pagando y, como Javier Sicilia, lanzan un “estar hasta la madre” por esta situación de inseguridad que estamos padeciendo la mayoría de los mexicanos, provocada ésta por una “estrategia” mal diseñada. Una estrategia que, ahora sabemos, es para responder a los reclamos e intereses del vecino del norte.
Es por eso que el “ya basta” de Sicilia es un “ya basta” salido de la desesperanza de todos los que están sufriendo por esta ola criminal que mata y desaparece a las personas sin que nadie haga nada. Es un “ya basta” que surge como un legítimo reclamo a aquellos implicados en esta guerra: por un lado las autoridades y sus fuerzas de seguridad y, por el otro, el crimen organizado y bandas delictivas. Es un “ya basta” que es compartido por la gran mayoría de la gente que se siente amedrentada e insegura. Esto es, es un “ya basta” legítimo que pretende recuperar la dignidad perdida por ese silencio cómplice de tanto tiempo y que mucho daño nos ha hecho. Es un “ya basta” lleno de valor pero sin odio ni rencor, no obstante refleja la firme exigencia para quienes tienen el compromiso de protegernos haciendo su trabajo responsablemente. Con ese “ya basta” estamos y debemos sumarnos muchos más.
Pero cuando escuchamos a Calderón muy vehementemente lazar, él también, un “ya basta”, no queda más que sorprenderse de la forma en que se insulta a nuestra inteligencia. ¿Ante quién reclama Calderón? ¿Acaso no es él la máxima autoridad en este país? Es un “ya basta” que viene de una persona con altos índices de frustración e inseguridad, tal como lo señaló Obama; de una persona que no sabe qué hacer y lo único que se le ocurre es seguir por el mismo camino, sin autocrítica y sin un análisis serio de los resultados obtenidos hasta hoy. Y como dice atinadamente Javier Sicilia, es un “ya basta” que demuestra la falta de imaginación para construir nuevas rutas dirigidas a resolver este cáncer que nos agobia, problema, que aunque no se quiera reconocer, se disparó enormemente a partir de la implementación de la actual estrategia. El “ya basta” de Calderón se escuchó hueco y solo rebotó como un eco en una pared fría e indiferente. Es un “ya basta” que nos muestra un presidente muy muy débil, y eso es un grave peligro para la estabilidad de la sociedad; ojalá y escuche, medite y reflexione, hay muchas voces que le están señalando a gritos que las cosas, simplemente, no van nada bien. Los datos son sumamente elocuentes y trágicos.
El “ya basta” de Calderón no tiene nada que ver con el “ya basta compartido por miles y miles de ciudadanos que están brazo con brazo y codo con codo con Javier Sicilia.
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