Por
Julissa Suárez Sagrero
En el presente artículo, la autora –estudiante de la
carrera de Comunicación en la Universidad Madero campus Papaloapan- argumenta
por qué a su juicio, garantizar el derecho a internet, tal como se ha propuesto
en una iniciativa de ley en el congreso del estado de Oaxaca, no debe ser una
prioridad.
En
la actualidad se habla de ver al Internet como un derecho humano. El presidente Enrique Peña Nieto, al postular el pacto por México, refrenda incluso su compromiso de entregar computadoras con acceso a internet a todos los estudiantes de quinto y sexto año, en escuelas públicas (compromiso número once). Por otra parte, "se creará una instancia específicamente responsable de la agenda digital que deberá encargarse de garantizar el acceso a internet de banda ancha en edificios públicos, fomentará la Inversión pública y privada en aplicaciones de telesalud, telemedicina y Expediente Clínico Electrónico, e instrumentará la estrategia de gobierno digital, gobierno abierto y datos abiertos. (Compromiso 42) Además, adelanta que "se reformará la Constitución para reconocer el derecho al acceso a la banda ancha y para evitar que las empresas de este sector eludan las resoluciones del órgano regulador vía amparos u otros mecanismos litigiosos". (Compromiso 39). Sin embargo, cabe hacerse la siguiente pregunta ¿será que el
acceder a la “Red de Redes” tenga el mismo impacto en la sociedad mexicana como
pudiera ser garantizar el derecho a la vivienda, salud, educación o alimentación?
¿Poder “conectarse” a Internet garantiza, por si mismo, una mejor calidad de
vida para los mexicanos? Antes de intentar dar respuesta a tales
cuestionamientos es necesario definir lo que es un derecho humano:
“…son aquellas libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones
relativas a bienes primarios o básicos que incluyen a toda persona, por el
simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna, sin
distinción alguna de etnia, color, sexo, idioma, religión, orientación sexual, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
Un
derecho humano tiene como objetivo primordial la búsqueda de una vida digna, es
decir, la oportunidad
de desarrollar una vida auténticamente humana, que permita la participación en
grupos sociales en donde se respete el valor fundamental de ser persona y se permita crecer como corresponde respetando su
dignidad y salvaguardando los derechos humanos de cada individuo.
La ONU señala que Internet es uno de los
instrumentos más poderosos del siglo XXI, entre sus altos beneficios que
tendría concebirlo como derecho humano están:
1) Favorece el crecimiento y el
progreso de las naciones
2) Facilita el acceso a la
información
3) Incrementa la
observación ciudadana para que las
instituciones rindan cuentas.
4) Promueve la activa
participación ciudadana en la construcción
democrática
Internet no
debería ser el fin sino el medio
¿Pero acaso
Internet ofrece todo esto? Vint Cerf,
considerado uno de los padres del
Internet plantea que pese a la bien intencionada postura de la ONU con respecto
a establecer el acceso a Internet como derecho humano, no debe vislumbrarse de esta forma sino que
debe garantizarse como un facilitador de derechos humanos. Es decir Internet es
el medio y no el fin. Mi postura concuerda con la de este experto en materia
digital, debido a que existen otros derechos que deben establecerse como
inherentes al ser humano como lo son la Libertad de expresión y el Derecho a la
información, ya que estos sí posibilitan la construcción de la ciudadanía, y sin
embargo seguimos en pañales en nuestro país pese al rol social tan importante
que juegan y que no necesariamente están ligados al uso de una tecnología para
su ejercicio. El que haya más acceso a Internet no nos convertirá en seres
mejor informados, porque también la mayoría de la población carece de análisis
y juicios de valor con la información que se maneja, no cuestiona la
credibilidad de la fuente, lo que tiene mayor importancia es la inmediatez.
Recordemos, no porque tengamos a nuestra disposición mayor cantidad de
información será necesariamente sinónimo
de que se esté dando uso responsable de ella y la calidad de su contenido.
Además
si se analiza la forma en que los mexicanos utilizamos el internet se
comprendería por qué nuestro país no está
preparado para asumir esta perspectiva: las Tecnologías de la Información en México fungen
mayoritariamente como medio para “interactuar” con otros y para
entretenimiento.
¿Para qué usamos internet?
En
2011 el periódico La Jornada publicó un estudio realizado por la Asociación
Mexicana de Internet (Amipci), titulado Hábitos de usuarios de Internet en
México 2010, el cual revela que en el país existen 34.9 millones de
usuarios de esta tecnología (51 por ciento son hombres y 49 mujeres).
De
este total, 90 por ciento aseguró que su principal actividad en la web es
enviar y recibir correos electrónicos; 75 por ciento usa mensajeros
instantáneos, 68 por ciento descarga o ve fotografías y videos, 61 por ciento
entra a las redes sociales, 38 por ciento envía postales electrónicas, 33 por
ciento sube fotos y videos a sitios electrónicos para compartirlos, 22 por
ciento accede, crea o mantiene páginas propias, 21 por ciento lo hace en blogs;
mientras 14 por ciento busca pareja por este medio.
La
pregunta real es ¿se tienen en México las condiciones optimas para que el
acceso a Internet sea un derecho humano?
En mi opinión no se cuentan con tales condiciones, ¿por qué? simplemente
no existe una cultura de búsqueda, manejo y difusión responsable, crítica y analítica
de la información. Aún a estas alturas no se ha logrado concretar en la
mente de las masas que los medios de
comunicación son eje central en la participación ciudadana y construcción de la
democracia. No se cuenta con la infraestructura tecnológica para asegurar que
se llevará a cada hogar este medio, los programas gubernamentales sobre manejo
de las Tecnologías de la Información han carecido de resultados (se debe
analizar si los resultados realmente son
los necesarios para el alcanzar el objetivo).
Internet
se ha convertido en algunos países una herramienta esencial para el desarrollo
de su democracia, sin el uso de Internet los movimientos en contra del
autoritarismo y la represión de ciertos gobiernos se hubieran dado de manera
más lenta… pero fue la participación activa y determinación de los ciudadanos
lo que posibilitó se concretarán. Cabe recordar que en el año 68 del siglo
pasado ni celulares ni internet existían y hubo un despertar social hasta ahora
no igualado. Insisto Internet es el medio y no el fin. Si en México el uso de
Internet es para entretenimiento básicamente ¿cómo podría tener el impacto en
la vida humana que postula la ONU?.
Como
experiencia personal, el que tenga acceso a Internet en casa y en la escuela no
me ha ofrecido un mejor nivel de vida, es cierto tengo a mi alcance más
información pero si pasara la mitad del tiempo que estoy en las redes sociales
dedicada a la búsqueda de información, a la creación de contenidos y difusión
de estos, estaría haciendo de mi tiempo en el ciberespacio de beneficio para mi
formación social, académica o ciudadana; más sin embargo no lo hago, es triste
admitir que mi postura como futura egresada sea esa… pero es real, no lo admito
descarada y orgullosamente. Pero si conozco mi realidad, la puedo cambiar.
Fuentes: